Informando desde el CEEPAC
A un mes de asumir el cargo de Consejero en el Organismo Público Local Electoral (OPLE) el CEEPAC, y como lo expresé entonces (colaboración del 2 de octubre), de cara a la opinión pública y en ejercicio de la rendición de cuentas a que estoy obligado tanto en lo personal y como integrante de un órgano colegiado de carácter público, me permito realizar un breve esbozo informativo de la gestión iniciada.
Un mes, cierto, es un periodo de tiempo muy breve como para un recuento profundo, pero siendo el arranque del actual proceso electoral 2014-2015, resulta relevante compartir, así sea las impresiones iniciales de lo enfrentado.
Conviene señalar de entrada que, contrario a la generalizada corriente de opinión que circuló ampliamente en los días previos e iniciales de la integración del nuevo consejo del CEEPAC, la dinámica al interior de tal órgano colegiado ha sido rica, intensa y abierta. Los asuntos que hemos resuelto se han acordado en base a exhaustivos procesos de diálogo, análisis y persuasión en donde las posturas individuales de las y los consejeros han llegado a variar en la medida que se colocan sobre el análisis diversos argumentos y perspectivas, sea de los diversos temas, como durante el análisis particular de alguno de ellos. Así, hasta ahora, no hay mayorías preestablecidas o fabricadas, menos aún, dictadas de manera vertical o por agentes externos. Ha habido, sí, un ánimo de consensar, pero tales consensos se han construido tema por tema y en el curso de los procesos de análisis. Si bien es cierto que el Consejo del CEEPAC es una autoridad administrativa y de aplicación de las normas (Título Cuarto de la Ley Electoral del Estado), no menos cierto es que en ello debe aplicar tanto principios de interpretación (Art. 8) como principios rectores (Art. 30), lo que conlleva que lo acordado bien pudiese haber sido resuelto en términos diferentes. La aplicación de tales principios opera particularmente cuando el texto de la ley nos enfrenta a zonas grises o ambiguas, ya que contrario a la creencia generalizada de que la ley es puntual, precisa y objetiva, en su aplicación se enfrenta a dificultades, sino hasta imposibilidades, fácticas y jurídicas. Así, de acuerdo al reconocido Filósofo del Derecho, Robert Alexy: “…los principios [contrario a las reglas] son normas que ordenan que algo sea realizado en la mayor medida posible, dentro de las posibilidades fácticas y jurídicas. Por lo tanto los principios son mandatos de optimización (Optimierungsgebote). Como tales son caracterizados por el hecho de que puedan cumplirse en diferentes grados y que la medida debida de su cumplimiento no sólo depende de las posibilidades fácticas sino también de las jurídicas".
En cuanto al servicio profesional que conforman los cuadros operativos, administrativos y jurídicos del CEEPAC, hasta el momento, tengo la impresión de que no está lo suficientemente adecuado a la nueva realidad de un órgano colegiado actuante sino más bien, a un diseño institucional de corte vertical y jerárquico acomodado a una conducción personalísima, que solía residir en la figura de quien presidía el organismo y, de ahí, cierta disfuncionalidad operativa para adecuarse a los nuevos requerimientos de información y mando de un cuerpo colegiado como el que se ha instalado ahora. Así, una serie de inercias de tal modelo se han interpuesto, en mayor o menor medida, en nuestro trabajo: secretismo de información, lentitud en su flujo y, hasta fugas de la misma, son algunas. Habrá que ir modificando en el operar cotidiano tales prácticas y otras. Conformar un cuerpo de funcionarios y empleados adscritos al Servicio Profesional Electoral Nacional será de vital importancia en ello, a la vez que les ofrecerá certeza laboral siempre en atención al adecuado desempeño de cada cual.
Algunos de los temas relevantes resueltos como la convocatoria de candidaturas independientes, elaboración de presupuestos y la forma de reparto de las prerrogativas a partidos políticos y agrupaciones políticas estatales, las hemos realizado en un contexto de transición entre lo que había elaborado el anterior Consejo que operó durante nueve meses, la entrada en vigor de la nueva Ley Electoral a partir de julio y nuestra reciente llegada. Ello ha supuesto algunos candados normativos y operativos previos en los que se ha debido sortear el apuro de los tiempos electorales ya echados a andar.
La integración de las comisiones permanentes y temporales de trabajo al interior del Consejo ha sido otra de las actividades importantes del breve periodo. Buena parte de la dinámica de trabajo será, de a poco, implementada por ellas. En estas semanas han podido desarrollarse una y, a lo mucho, dos sesiones de algunas de ellas reactivándose así algunos asuntos que el periodo de transición dejó en una espera que ha bordado el límite de algunos de los plazos legales para su resolución.
En lo particular, participo en seis comisiones: las de Quejas y Denuncias; Capacitación y Organización Electoral; Prerrogativas y Partidos Políticos y; de Fiscalización, la cual presido, y en las comisiones temporales de Seguimiento de la Construcción de la segunda etapa del edificio sede y la de Encuestas, que también presido.
En futuras colaboraciones continuaré este ejercicio personal de rendición de cuentas.
(Artículo publicado en La Revista Transición)