La verdadera goliza
Goliza, lo que se dice goliza, no fue lo ocurrido en la semifinal entre Alemania y Brasil, sino la forma en que la clase política mexicana nos golea a la ciudadanía un día sí y otro también para beneficiarse a ella misma y a los poderes fácticos que la controlan. Vea si no.
80 a 37. Tal es el resultado que en el Senado tuvo la votación, en lo general, de la controvertida Ley de Telecomunicaciones. La goleada se repitió una y otra vez, a intervalos y con pequeñas variantes, durante las 17 horas que duró la sesión, ya que cada vez que los opositores a la ley argumentaban alguna de las 383 reservas que en lo particular fueron presentadas, la mayoría aprobante del PRI, PVEM, Panal y buena parte de la bancada del PAN rechazó participar en el análisis y discusión alguna. Ni siquiera les prestaron atención, simplemente esperaban que terminarán los y las oponentes para, por goliza, rechazarlas una por una.
340 a 129. Así quedo la goleada, pero ahora en la Cámara de Diputados al aprobar, a su vez, la misma ley sin hacerle modificación alguna. Igual que la goleada del Senado, y muy parecido a los goles de Alemania que parecían repeticiones, aquí ocurrió lo mismo, se repitió tanto la simulación de debate y discusión, solo que éste tuvo tiempo extra de tres horas, y durante las 20 que duró la goliza, también se repitió cada vez que las reservas a la ley eran retiradas una por una sin que se hiciera ponderación alguna de las mismas, simple y sencillamente por goliza y consigna de las cúpulas partidistas aliadas con la Presidencia. Además de las golizas que reflejan los resultados del marcador, detrás de ellas vienen otras: la claudicación del Estado ante los poderes fácticos, el fortalecimiento del duopolio televisivo, el retroceso de los aparentes avances constitucionales en la materia, el fortalecimiento del Estado autoritario, la renuncia intencionada a la instauración de un Estado de Derecho y la erosión democrática. Golizas en serie y en serio.
6 a 0. Así es cómo se interpreta en términos futbolísticos el saldo actualizado del séptimo gasolinazo del 2014. En lo que va del año, la gasolina Magna ha subido 73 centavos (6%), la Premium 87 (6.9%) y el Diesel 90 (7.2%), pero el acumulado de los incrementos mensuales que datan de diciembre del 2009, cortesía entonces de Felipe Calderón y refrendados luego por Peña Nieto, acumulan un incremento superior al 60%, de ahí el 6-0 de esta otra goliza que seguirá todavía aunque termine el Mundial.
32 a 0. Según reporta el diario digital Animal Político, de acuerdo con la firma de investigación WealthInsight, dedicada al monitoreo de las personas acaudaladas en el mundo, los millonarios mexicanos aumentaron en 32 por ciento en los últimos cinco años, mientras que el volumen de personas en el mundo poseedoras de grandes patrimonios se redujo en un 0.3 por ciento. Tal repunte de millonarios en el país está directamente relacionado con la inequidad y la pobreza de las mayorías. Quince empresarios poseen casi el equivalente al 90% de las reservas internacionales del país donde 66 millones de personas (46% de la población) viven en condiciones de pobreza. México es el segundo país con la mayor desigualdad dentro de las 35 naciones que conforman la OCDE. La inequidad y mala distribución de la riqueza en México genera millonarios. Las reformas estructurales aprobadas por goliza en telecomunicaciones y las que vienen en materia energética, donde se prevé otra goleada, solo aumentarán la desigualdad pues los beneficiados serán los mismos.
300 mil a 0. Para que la goliza sea bien apreciada, nada como gastarse tal cantidad en botanas y parafernalia para que en la SEGOB los funcionarios puedan ver el Mundial. Empleados de tal dependencia declararon al periódico Reforma, que en los tres partidos que jugó la selección mexicana, se gastó tal cantidad en la renta de pantallas(una gigante y seis televisores de tamaño casero instalados en la explanada de la dependencia), la instalación de toldos, la compra de botanas y la comida de los dos últimos partidos. Todo se cargó, desde luego, al erario público.
Goliza tras goliza, la clase política mexicana y los poderes fácticos vapulean campantemente a la ciudadanía infinitamente peor de lo que Alemania a Brasil en la ya histórica jornada semifinalista del Mundial del 2014, sin necesidad de que nos marquen penal, aunque no exista.
(Artículo publicado en La Jornada San Luis y Revista Transición)