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¿Por qué voto por voto?

Las actas de escrutinio y cómputo de la elección presidencial elaboradas durante la jornada electoral del 2 de julio tienen, en una alta proporción, una serie de inconsistencias que justifican la necesidad de un recuento voto por voto para esclarecerlas. Aquí unos ejemplos.

En la casilla 1266, básica, del distrito 02, instalada en Plaza de la Lava, colonia Pavón, se recibieron 433 boletas antes de su instalación, al final se inutilizaron 184 boletas sobrantes, por lo que la suma de la votación más los votos nulos debería ser de 249, que coincide con el número de ciudadanos que votaron en la casilla, sin embargo no es así pues la votación ascendió a 248 pero hubo cuatro votos nulos. Hay una diferencia de tres.

En la casilla 1253, contigua, del mismo distrito, la suma de las boletas para presidente depositadas en las urnas (427) no coincide con la suma de los resultados de la votación (423) y los votos nulos (6). Pero tampoco coincide la anterior cifra con la suma de las boletas sobrantes (306), con el total de boletas recibidas antes de la instalación de la casilla (728). No cuadra por ningún lado.

En la casilla 1309, básica, instalada en Estación Ventura La suma del total de boletas de presidente depositadas en la urna (250) con la de las boletas sobrantes (132), no coincide con el total de boletas recibidas antes de la instalación de la casilla (452), hay una diferencia de 70.

La casilla 1272, contigua 1, también del distrito 02, instalada en la escuela Leona Vicario en la 3ª. sección de la Colonia San Francisco, la suma de los votos para la presidencia (313) más los votos nulos (6) no coincide ni con el total de boletas de presidente depositadas en la urna (308), cuya cantidad además es superior al número de ciudadanos que votaron en la casilla (306). Peor aún: ninguna de las anteriores cantidades: 313, 308 y 306 coincide al sumarlas con las boletas sobrantes (278) con el total de boletas recibidas antes de la instalación de la casilla que fue de 585.

En la casilla 1282 básica, instalada en la Colonia Azaleas, se recibieron 586 boletas y sobraron 213 que se anularon. Se consigna que el total de ciudadanos que votó fue de 368, aunque solo aparecieron 349 boletas en las urnas, por lo que puede presumirse que 19 ciudadanos se llevaron las boletas, lo cual es una cantidad muy alta para el promedio. El punto es que, ni considerando cualquiera de las dos diferentes cantidades, sumadas a las boletas sobrantes, cuadran las cifras con las boletas recibidas.

Dada la naturaleza limitada de este espacio no pueden consignarse los centenares de casos similares, baste decir que tan solo en el distrito 05 existen 287 actas con inconsistencias parecidas, tal cantidad representa el 66 % de las casillas instaladas el día de la jornada electoral en el distrito. Y en el distrito 06 hay inconsistencias similares en 141 actas que representa el 35 % de todas las instaladas. Situaciones semejantes ocurren en el resto de los distritos del estado.

Puede advertirse así un patrón de inconsistencias:

  1. En la mayoría de las actas de la jornada electoral hay confusiones entre los votos nulos y los inutilizados por haber sobrado.

  2. Existen también, como constante, confusiones entre los votos depositados en las urnas y el resultado de la votación, en el que no suelen incluirse los votos nulos que también estaban depositados en las urnas.

  3. Inconsistencias a la alta entre el total de boletas depositadas en las urnas comparado con el total de ciudadanos que votaron en la casilla. También las hay a la baja, lo cual puede explicarse por el hecho de que algún ciudadano no depositó su boleta y se la llevó, pero lo primero es una inconsistencia seria pues implica la existencia de boletas de más.

  4. Hay inconsistencias aritméticas serias y hasta graves en la suma del resultado de la elección con los votos nulos y las boletas sobrantes, en relación con el total de boletas recibidas antes de la instalación de la casilla. Faltantes y sobrantes inexplicables por el simple cotejo de las actas.

La única forma de aclarar si tales inconsistencias son meramente aritméticas o si, por el contrario, significan una variación en el resultado es el recuento de los votos.

Durante los conteos distritales del pasado 5 de julio, los Consejos Distritales se negaron a hacerlo, por instrucciones del Presidente del Consejo General del IFE, que giró instrucciones mediante una circular dirigida a las Juntas Locales.

El enorme cúmulo de errores aritméticos en que incurrieron los funcionarios de casilla al momento de realizar el escrutinio y cómputo de las mismas, inconsistencias que analizadas en forma individual, podrían pasar inadvertidas o desestimarse por lo aparentemente intrascendente, sin embargo, dichas inconsistencias vistas en su conjunto, pueden dar lugar a la recomposición de los resultados de la elección, en razón de lo cerrado de la votación, considerando que el cuestionado resultado proporcionado por el IFE estriba tan solo en menos de dos votos de diferencia por casilla entre Calderón Hinojosa y López Obrador.

No entraré al terreno de conjeturar si tal cúmulo de errores pueda o deba considerarse una maquinación para modificar el resultado electoral, o si es tan solo el reflejo de una deficientísima educación para el desarrollo de habilidades matemáticas por parte del sistema educativo mexicano, simplemente quiero dejar en claro que existen elementos válidos y sólidos para considerar la necesidad del recuento de votos, y que la campaña para satanizar a quienes lo solicitan es una nueva estrategia mediática de quienes maquinaron, eso sí, la campaña en contra de Andrés Manuel López Obrador.

No se trata del tramposo y hasta falso planteamiento de poner en duda la honestidad del millón de ciudadanos que fueron funcionarios de casilla o representantes de partidos y coaliciones, o del desprecio a las instituciones democráticas, o de sembrar el odio y la división entre los mexicanos, argumentos utilizados de manera perversa y maniquea por los poderosos grupos de interés económico y político que están detrás de Calderón Hinojosa.

Los datos que aporto resultan del cotejo de las actas de escrutinio y cómputo que se mencionan en los recursos de inconformidad presentados por la Coalición por el Bien de Todos en San Luis Potosí, y son datos objetivos que deben considerarse en la actual etapa del inconcluso proceso electoral. Datos similares existen a lo largo y ancho del país.

¿Por qué negarse al recuento de voto por voto si existen elementos que le hacen necesario, y si con ello puede destrabarse el conflicto postelectoral? Todos saldremos ganando.

Negarse de antemano al recuento de voto por voto montándose tan solo en una nueva campaña de mentiras e infamias, sin el análisis específico de las inconsistencias de las actas es continuar alimentando el encono despertado.

(Artículo publicado en La Jornada San Luis)


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