Descomposición
En el diccionario la palabra descomposición es sinónimo de desbaratar, desordenar, indisponer los ánimos, corromperse, entrar o hallarse un cuerpo en descomposición. Sin ningún afán apocalíptico, tan propios de la escatología que suele inspirar la semana santa y la pascua, me resulta preocupante los barruntos de descomposición política que, aquí y allá, configuran el escenario local y nacional.
Empecemos por lo nacional. La guerra sucia promovida por el PAN y el PRI a través de su propaganda no hace sino descomponer el ambiente político electoral. Catalogar lo que fuese y a quien fuese como un peligro para México, de manera tan abundante como burda es abonar el camino de la violencia.
Se puede estar de acuerdo o no con la candidatura, las propuestas o la persona de Andrés Manuel López Obrador, o de cualquier otro, pero hacerlo objeto de una publicidad tremendista y alarmante hasta señalarlo como "un peligro para México" es un llamado directo para despertar sentimientos de agresión y respuesta violenta similares a las que desata el linchamiento de una turba.
El odio público es, por naturaleza, irracional. Es la respuesta irracional e inconsciente de un colectivo que se percibe amenazado en su seguridad, con independencia de que tal amenaza sea o no cierta. Es el fenómeno que anima a una turba linchadora.
Someter al odio público de manera tan irracional, alevosa y calumniosa a una persona, con independencia de quien sea, es un acto de barbarie e irresponsabilidad suma. Que lo haga una institución política dentro del marco de una campaña electoral y dentro de un proceso presuntamente democrático, es gravísimo. Que sea respaldado por el gobierno federal y la institución rectora de tal proceso electoral, para el caso, el IFE, es un signo ominoso de descomposición institucional que revela el alto nivel de degradación de la clase política en el poder y las élites económicas que la apoya.
Que un partido político en el poder no tenga ningún otro recurso para combatir a un adversario, más que con el fomento al odio irracional, la violencia y el tremendismo revela también la bajeza moral de quienes propugnan, justifican o hacen caso omiso a tal propaganda.
No existe diferencia, en cuanto a su dinámica y objetivos, entre esta propaganda y la realizada por Hitler y Goebbels en los años previos al holocausto, que crearon el ánimo colectivo para ejercer violencia contra los judios al interior del III Reich.
A nivel local la descomposición de todos los partidos es análoga a la de un cuerpo en estado de putrefacción. La más penosa y patética: la del PRD con su espectáculo de canibalismo mezquino, que dilapida de manera irresponsable la perspectiva de superar los bajísimos niveles de votación tradicional de tal instituto en el estado bajo el impulso que pudiera suponer la candidatura presidencial de López Obrador. Es lamentable.
Autoridades locales y MSX
Procurador de justicia
(Artículo publicado en La Jornada San Luis)