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La ética de estos días

Estos días que corren son un valioso suministro de 1os principios éticos que, como resorte, impulsan las decisiones y el comportamiento de los grupos en cuyas manos se juegan las decisiones de la vida pública tanto a nivel mundial, nacional y local.

La ética es, en lo individual, motor que impulsa la conducta tanto para la elección de fines, la previsión de su logro y la elección de medios para alcanzarlos, y a su vez, en el terreno de la vida pública, es también la construcción de un sistema de valores con los que se adereza, por así decirlo un determinado orden o desorden social sirviendo de justificación del mismo

La ética realiza una labor aún más profunda y eficaz que la propia ley debido al convencimiento interno de ciertos valores y sus normas. La ética de estos días privilegia la doble moral que esconde o justifica la contradictoria conducta que exhiben las exitosas elites del mundo del ¡sálvese quien, pueda!

Los sistemas de valores, a fin facilitar las cosas al común de los individuos, sin tantas elucubraciones como las que anteceden a esta colaboración, propone de una manera simple, una serie de normas. He aquí algunas de las más boyantes y edificantes que estos ejemplares días aportan a la ética pública. Padres: ¡pongan atención!; niños ¡aprendan!

No la hagas dé tos, y la gallina es tuya. Magnífica norma aplicada por los directivos del más popular de los deportes en México y cuyos “astros” son ejemplo ético para la inmensa mayoría de niños y niñas de este

País, qué adornan sus cuartos y útiles escolares con sus imágenes y obligan a sus padres a vestirlos con la camiseta del ídolo del momento, lo cual genera un mercado nada despreciable. La catequesis de la virtud futbolística, cuya influencia llega a ser mayor que la de la catequesis misma, no sólo queda empaña por el sonadísimo caso del dopaje de los seleccionados, particularmente por la forma en que aplicando la norma en mención, los directivos pretenden resolver el asunto y preservar el redituable negocio de las patadas.


Antes de dar, hay que pensar. De hecho es el eslogan de la campaña que el DIF estatal promueve para evitar que las buenas conciencias potosinas den limosnas a cuanto-según el caso- mendigante, pordiosero, vividor y vago, afean los cruceros y esquinas de la ciudad. La campaña contará, a no dudar, con promocionales, espectaculares y spots, los objetivos de la misma quedan claros cuando al analizar los gastos del DIF estatal se aprecia que se gasta infinitamente más en gastos administrativos que en programas de atención social.

Dar no empobrece cuando se es, sino generoso con lo ajeno. Si bien esta norma contradice a la anterior, para el caso no importa, toda vez que la siempre edificante e inefable Marta Sahagún nos enseña que la caridad con dinero ajeno es la mejor y más barata publicidad en boga, no debe faltarle un detalle de distinción marca Chanel, Armani y Versace, por lo menos.


Otorga en caridad lo que se debe por justicia. Es una más elaborada modalidad de la norma anterior. No es novedosa en sí ya que, de hecho, es la tergiversación de una memorable frase da del famoso, pero conveniente olvidado Concilio Vaticano II. Todo tipo de teletones, fundaciones privadas de empresas beneficiadas con la pobreza, de las mayorías, y más de algún programa de gobierno son una muestra palpable de la vigencia y eficacia política y publicitaria de esta norma.

Tu única oportunidad es la nuestra de joderte. Es la norma que impulsa la costosa campaña publicitaria de la· prestigiosa Minera San Xavier (MSX), que - al más puro estilo de uno de los prominentes precursores de, la ética de estos días, el propagandista hitleriano Joseph Goebbles, repite 10, 100, mil, 100 mil o mil millón de veces la frase de “nuestra oportunidad” para vender su depredador proyecto. También carece de originalidad no sólo por la simetría que guarda da con el programa oportunidades del gobierno de Fox, porque es una versión grotesca de la frase favorita de los merolicos del éxito.


El ataque es la mejor defensa. Bush, Blair, Amar y Berlusconi, lo afirman. La realidad lo niega. Aun así son apóstoles convencidos de la norma. Las versiones nacionales, o no por burdas son menos edificantes, ahí está el prominente abogado de Echeverría que lo defendió de los cargos de genocidio de los que ahora se estila en la ética de estos días, impune.


(Artículo publicado en La Jornada San Luis)


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