La Minera San Xavier vuelve a las andadas
La Minera San Xavier (MSX) ha dado un repunte agresivo en su ya larga y costosa campaña propagandística a través de los medios de comunicación de la localidad.
Desde marzo ha sostenido inserciones pagadas y gacetillas en los medios impresos y electrónicos locales, un día sí y el siguiente también. Las gacetillas, inserciones pagadas que aparecen como si fueran una aparente noticia del propio medio, pone de relieve la naturaleza embustera de la campaña y a su vez muestra lo arraigado de ciertas prácticas periodísticas poco profesionales, por decir lo menos.
Las recientes semanas se han caracterizado por una agresiva campaña que combina la abierta detracción contra los opositores al proyecto, y la mentira descarada en la información que, deviene, en interesada desinformación.
La campaña inició al conocerse de las presiones que empresarios norteamericanos realizaron ante la Cámara Minera, en las que amenazan con la detención y el retiro de presuntos proyectos de inversión en México, si no se otorgan los permisos que permitan operar a la MSX en Cerro de San Pedro.
Un vocero y oficioso paladín del proyecto -supongo que desinteresado, desde luego-, editor de la revista "Mundo Minero", Alberto López Santoyo se erigió en abierto defensor del proyecto de la MSX y repitió las mentiras que la propia empresa se encarga de difundir, particularmente el supuesto apego a la normatividad ambiental. Lo cual no resiste la prueba de los hechos, toda vez que por resolución del Poder Judicial de la Federación a través del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito se anuló la autorización condicionada que el Instituto Nacional de Ecología (hoy día SEMARNAT) había otorgado en 1999 a la MSX, precisamente por no apegarse a la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, así como por ser violatorio del Decreto Administrativo del Congreso local que el 24 de septiembre de 1993 aprobó el Plan de Ordenación de San Luis Potosí y su zona conurbada, en el que establece como reserva ecológica la zona del depredador proyecto minero. El tribunal, en su sentencia, afirma que tal permiso no debió otorgarse ni siquiera de manera condicionada al cumplimiento de las 100 obligaciones que se pusieron a la empresa.
La prueba de que la campaña propagandística que hoy inunda los medios locales es pura y llana mentira, radica precisamente en que la MSX evade y oculta el hecho de que no cuenta con el permiso federal, pero sin reparo alguno afirma por boca de su Gerente de Mina, el Ing. Juan Guerrero peralta, que la empresa "ya obtuvo todos los permisos y licencias de operación que deben entregar los gobiernos federal, estatal y municipal". (Gacetilla a ocho columnas del 24 de junio, en El Sol de San Luis).
No solo carece del tal permiso, sino que también le fue suspendido el de uso y compra de explosivos por la Secretaría de la Defensa Nacional desde diciembre.
Las mentiras son sazonadas con una serie de alegres cifras tanto de la supuesta inversión realizada por la empresa, como de la hipotética bonanza que el proyecto traerá al país, el estado y la región. Ni la unas ni la otra, son respaldadas más que en la mera afirmación de sus desinteresados proclamadores que son, a su vez, empleados debidamente retribuidos por la propia empresa.
Ejemplos de proyectos mineros similares a lo largo y ancho del mundo desmienten tan alegres profecías: la mina Golden Sunlight propiedad a la Placer Dome Corporation en Montana, E.U.,; la mina Kendall de Canyon Resource y la Golden Maple, ambas en Lewistown, Montana; el proyecto minero de Carson Hill de la empresa Western Mining Corporation en California; Cameron de la Newport Minerals Inc., en Colorado; Brohm Mining Corporation de Dakota del Sur. Todo ello sin considerar los desastres y accidentes en tal tipo de minas ocurridos en: la mina de Aurul, ubicada en la localidad de Baia Mare, en Rumania (enero del 2000); mina de Tolukuma,Papua Nueva Guinea (marzo del 2000); localidad de Choropampa, Cajamarca, en Perú (junio del 2000); mina de Kumtor en Kyrgyzstan (1998); mina Omai de la empresa canadiense Cambior Inc., en Guyana (1995); Summitville (Colorado, 1993); Brewer (Carolina del Sur, 1992); Harmonny (Sudáfrica 1994); Gold Querry (Nevada, 1997); Los Frailes, (España, 1988); Homestake (Dakota del Sur, 1998); y Santa Rosa (Panamá, 1998). La lista es más larga aún.
La experiencia mundial de la minería de extracción de plata y oro utilizando la explotación a cielo abierto mediante el tratamiento de cianuro (lixivación), ha demostrado que, a pesar de las distintas regulaciones y condicionantes previas que se les han impuesto, tales no son suficientes para prevenir siquiera y mucho menos erradicar las graves consecuencias y daños que provocan. Algunos expertos internacionales han llegado a la conclusión de que la tecnología para reducir el riesgo de este tipo de minas no es manejable y no puede ser controlada (Declaración de Berlín, 27 de octubre del 2000).
Hasta exdirectivos de este tipo de empresas lo afirman: Robert Deurloo, fue durante diez años Gerente General de la mina Beartrack, explotada en Salmon City, Idaho, USA, por la Meridian Gold. Entrevistado por activistas argentinos que combaten un proyecto minero en la sureña provincia de Chubut, y a pregunta expresa de que si él y su familia vivieran en la localidad argentina en la que se quiere hacer el proyecto, creerían en la promesas de Meridian Gold respondió: "No confiaría en las promesas de Meridian. Sólo les preocupa sus finanzas y no harán nada más que lo que les sea impuesto para proteger el medio ambiente. En USA hay leyes ambientales estrictas y Meridian las combatió todo el tiempo. Si las cosas en Argentina son mas relajadas, ellos harán sólo lo que se les pida, y probablemente dejarán un gran basurero y una eterna cicatriz cuando se hayan ido. Vuestro hermoso medio ambiente no vale ser sacrificado de por vida por una ganancia de corto plazo de una compañía americana a quien no le importa quienes son ustedes, y a quienes nunca más volverá a ver".
Embuste tras embuste la MSX agiliza una estrategia en la que, sin importar el costo, hará todo para operar su proyecto. Cuenta con el abierto respaldo del gobierno federal y estatal. Hasta el momento la férrea oposición de los ciudadanos agrupados en el Frente Amplio Opositor la detienen, respaldados por la protección otorgada por el poder judicial federal. Pero la MSX agudiza el conflicto.
(Artículo publicado en La Jornada San Luis)