Raúl Salinas de Gortari: virtuoso ejemplo del mundo al revés
Protagonista en todos los horarios estelares noticiosos del país, sean televisivos o radiofónicos, Raúl Salinas de Gortari aparece compungido, renovado, alejado de la prepotencia, la ira, el orgullo, sus argumentos y su pretendida humildad son casi convincentes. ¡Perdónanos Salinas! ¡Nunca debimos permitir que nos cegara la sed de justicia! ¡Oh! ¡Que injusto puede tornarse el derrotero de la búsqueda de la justicia, hasta el punto de herir con sus flechas a un justo! ¡Reivindicarte debemos! ¡Hacerte volver del agravio! ¡Deshacer el conjuro de la inmerecida defenestración!
Quiera entonces que el destino de nuestra nación, por el dedo de Dios escrito según reza el Himno Nacional, adquiera su plenitud bajo la guía del prístino ejemplo de superación y civilidad que el ingeniero Raúl Salinas de Gortari nos regala en horario estelar.
Ojalá seamos capaces los ciudadanos de este país, desagradecidos por naturaleza con nuestros próceres y bienhechores, de valorar en todo lo que cabe la magnífica oportunidad educativa y formativa que a nuestros hijos brinda la ejemplaridad de don Raúl. La socorrida y necesarísima Guía de Padres, de la también avezada y ejemplar Marta Sahagún, deberá dar cabida al testimonio del ahora converso expresidiario, de tal forma que no desperdiciemos este nuevo ejemplo de superación y renovación de nuestra noble clase política, y que de mucho provecho será para las generaciones venideras.
Los cursos de ética profesional que a los futuros profesionistas se brindan en todas las universidades del país, tan ayunos de casos y ejemplos concretos, celebran hoy la decisión de Don Raúl de "plantar cara" -como dicen los españoles y las españolas- y ofrecer, así, un curso tan acelerado como convincente de ética aplicada en un formato tan atractivo para el común de los alumnos, poco dados a leer pero si habituales televidentes y afectos a la imagen. ¡Qué aporte didáctico, tan valioso como incomprendido!
Debiera aprovechar el también célebre y egregio, así como ejemplar obispo de un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, don Onésimo Cepeda para producir, en una coedición con Miguel Ángel Cornejo, una serie de videos sobre el tema de la conversión. Y, si bien es cierto que lejos está el tiempo litúrgico de la Cuaresma, más propicio para el arrepentimiento, bien puede servir tal material para hacer entender al común de la población que a Dios es quien debe dejarse el juicio definitivo, y que lo que no se castiga aquí en la Tierra, se habrá de sancionar en el más allá, dejando en claro también que Dios es sumamente misericordioso con el arrepentido, y ya que la traslación de la justicia y el bienestar al más allá son designio divino, debieran todos aquellos solicitantes de justicia, bienestar, transparencia, y equidad en el más acá de moderar sus demandas y depositar en Dios, a través -claro- de la mediación eclesial, su confianza de que habrá justicia y bienestar, así sea en el más allá.
Ni duda cabe que Enrique Santos DIscépolo tenía razón cuando escribió, ya hace setenta años su obra cumbre Cambalache:
¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!..¡Ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador! ¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos, ni escalafón, los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición ¡da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, cara dura o polizón!....Siglo veinte, cambalache problemático y febril! ¡El que no llora no mama y el que no roba es un gil! ¡Dale nomás! ¡Dale que vá! ¡Que allá en el horno nos vamo´a encontrar! ¡No pienses más, sentáte a un lao, que a nadie importa si naciste honrao! Que es lo mismo el que trabaja noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley......
Raúl Salinas de Gortari es hoy, insigne y ejemplar maestro de la escuela del mundo al revés, y de su Universidad del Crimen. ¡Salud valedores y valedoras!
(Artículo publicado en La Jornada San Luis)