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Las propuestas foxistas en derechos humanos

Durante mi época de formación juvenil un maestro pronunció una frase que no he olvidado: "el método revela el contenido". A la propuesta foxista en materia de derechos humanos recientemente anunciada con bombo y platillo puede aplicársele certeramente la afirmación.

La historia de la propuesta es larga. Desde diciembre del 2000 el gobierno mexicano firmó un Acuerdo de Cooperación Técnica con la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos que dio lugar al "Diagnóstico sobre la situación de derechos humanos en México", dado a conocer en diciembre del 2003, el cual serviría como base para la creación de un Programa Nacional de Derechos Humanos (PNDH).

Para la elaboración del diagnóstico se creó un Comité de Enlace de organizaciones no gubernamentales mexicanas que participaron en la conformación del documento de la ONU.

A partir de entonces y a través de dicho Comité de Enlace inicio un diálogo de las ONG´s de derechos humanos nacionales con la Secretaría de Gobernación para la elaboración del PNDH. Durante los últimos ocho meses se discutieron y afinaron las propuestas para dicho plan así como para la elaboración de reformas constitucionales en derechos humanos.

De último momento, días antes de la presentación de las reformas propuestas por Fox, la consejería jurídica de la Presidencia de la República realizó algunos cambios a la propuesta trabajada conjuntamente, pero sin que éstos hubieran sido consultados con las ONG´s tal y como se había venido haciendo en el proceso de diálogo y trabajo conjunto que se había estado llevando a cabo. Cabe resaltar que dichos cambios no se dieron a conocer adecuadamente y por escrito a las ONG´s agrupadas en el Comité de Enlace. De nuevo: el método revela el contenido.

La propuesta finalmente presentada por Fox se aleja totalmente de la letra y el espíritu de la propuesta trabajada con las ONG´s mexicanas de derechos humanos, particularmente porque no se introducen modificaciones legales que faciliten y promuevan verdaderamente los urgentes cambios estructurales que se requieren en materia de protección y garantía efectiva de los derechos humanos en el país.

Un ejemplo es el siguiente: la propuesta original consideraba incluir expresamente en el artículo 1º de la Constitución el compromiso del Estado mexicano para garantizar la protección de los derechos humanos reconocidos en los Tratados Internacionales que ha ratificado, así como la prevalencia del principio de interpretación de lo que más favorezca a los individuos. Pero la propuesta de Fox no hace mención explícita ni de los Tratados Internacionales ni del principio de prevalencia, con lo que -para efectos prácticos- el goce efectivo de los derechos humanos consagrados en tales Tratados quedará sin efecto pues no existen mecanismos en el marco jurídico interno (Leyes reglamentarias, Códigos, etc.) que lo establezcan. Por lo que la letra de la Constitución aún si se reforma con la propuesta foxista será, de nuevo, letra muerta.

Lo será porque ya actualmente sucede que, a pesar del artículo 133 de la Constitución y del existencia de la tesis 192,867 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, vigente desde 1999 y titulada: "Tratados internacionales. Se ubican jerárquicamente por encima de las leyes federales y en segundo plano respecto de la Constitución federal", en los hechos ningún tribunal nacional protege a los ciudadanos en contra de violaciones a los derechos humanos consagrados en los instrumentos internacionales de la ONU o de la OEA y ratificados por México en los términos establecidos en el artículo constitucional señalado.

Así lo demuestra un estudio realizado en el año 2000 por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y el National Center for States, en el cual un 72 % de los presidentes de tribunales de justicia locales consideraban que los Tratados Internacionales no inciden en la labor del Poder Judicial, lo mismo opinan el 77 % de los jueces civiles de primera instancia y, más grave aún, el 91 % de los jueces penales de los estados.

Con tal "cultura jurídica" es imprescindible que las reformas legales se hagan de manera profunda y explícita con la finalidad de revertir tales inercias que, con reformas y sin ellas, serán difíciles de remontar.

Resumiendo: a pesar de ya existir algunos resquicios legales que permitirían a los y las mexicanas solicitar protección a los derechos humanos, tal y como estos se expresan en los estándares internacionales, estos no se aplican. Es por ello que se requiere que en el principal ordenamiento jurídico del país quede señalado de manera explícita lo qué debe entenderse por "derechos humanos", refiriéndose a los instrumentos normativos del Derecho Internacional de los Derechos Humanos que ya han sido ratificados por el propio gobierno. De esa manera no quedará a la consideración, discreción y, peor aún, la ignorancia de las autoridades su obligación de respetar esos derechos humanos específicos. La Constitución de Argentina, por ejemplo, así lo hace y da cuenta de cada uno de tales Tratados por su nombre.

Este es solo uno de los puntos, pero hay más: ampliar atribuciones de las CEDH; derecho de audiencia a extranjeros; derechos de los pueblos indígenas; mecanismo de exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales, entre otros temas.

No perdió Vicente Fox oportunidad, en cambio, para autoelogiarse, de hecho es lo que más se resalta en el comunicado de la Presidencia que puede consultarse por internet, en donde al tercer párrafo se suelta el autoelogio y con ese tono continúa buena parte del mismo. Tampoco dejó pasar la oportunidad de justificar su alineamiento a la política hostil de Estados Unidos hacia Cuba embozado en el tema de los derechos humanos.

Resulta revelador que la parafernalia de la firma se realizara rodeado de algunos de los responsables de las instituciones más violadoras de los derechos humanos de los mexicanos: el Secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Clemente Vega; y el titular de la Procuraduría General de la República, Rafael Macedo de la Concha. Tenía razón mi maestro: el método revela el contenido.

(Artículo publicado en La Jornada San Luis)


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