La lucha por los derechos humanos en san luis: la experiencia del CEPODHAC
(Aportación no solicitada para el ciclo de conferencias "Hacia una cultura de los derechos humanos", organizado por el Colegio de San Luis,
Respuesta Alternativa, A.C. y el Congreso Local)
Desde su creación en noviembre de 1990 hasta el cierre de sus oficinas en Marzo del 2000 el Centro Potosino de Derechos Humanos, A.C. (CEPODHAC) ha significado el más consistente y sostenido esfuerzo de la sociedad civil potosina en materia de defensa, protección y promoción de los derechos humanos en la entidad.
Durante tal lapso de tiempo su desempeño y actividad en la lucha por los derechos humanos atravesó por distintas etapas definidas tanto por los factores de su vida y organización interna, así como por el contexto local y nacional.
De entrada habría que señalar que su creación encontró un terreno fértil en la sociedad potosina. Un amplio y plural grupo de potosinos respondieron a la convocatoria que el grupo promotor del CEPODHAC realizó desde inicios del año de mil novecientos noventa. El tema de los derechos humanos comenzaba a abrirse campo en la mesa de la discusión pública de la nación, tanto por los graves casos de violación a los derechos humanos que afloraban aquí y allá, así como por el aumento geométrico de las, entonces poco notorias, ONG´s. Para entonces, el propio gobierno federal, en el contexto del inicio de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, creó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), iniciando así la política de simulación y cortina de humo que ha caracterizado su funcionamiento, al igual que el de la gran mayoría de las Comisiones Estatales de Derechos Humanos, salvo honrosas excepciones encabezadas por la Lic. Guadalupe Morfín Otero en Jalisco.
En el contexto local, una serie de arbitrariedades policiacas evidenciaban la gravedad de la violación a los derechos humanos en el estado: desalojos de campesinos en los predios de La Muralla y las Veguitas en el municipio de San Vicente Tancuayalab, el asesinato de un detenido a manos de la Policía Judicial cuyo cuerpo apareciera con huellas de tortura en el Río Tampaón, y muchos otros casos más que permitían observar un grave cuadro de violación sistemática de las garantías individuales y sociales de numerosos potosinos.
Desde el punto de vista político, la oposición lograba conformar un proyecto común que le permitiría participar en el proceso electoral para la gubernatura del año de 1991, y en el que se enfrentaron las candidaturas del opositor Dr. Salvador Nava y el oficialista Fausto Zapata. Tal proceso electoral, como es sabido, tuvo un profundo impacto no solo en la entidad sino a nivel nacional, en medio de la aparente "pax salinista".
La cercanía temporal entre la creación del CEPODHAC y lo anterior, contribuyeron a crear en el gobierno local la errada apreciación respecto de la naturaleza del naciente organismo, al que siempre quisieron catalogar, en el marco de una estrategia de descrédito, como un organismo subordinado a intereses político-partidistas. Pero muy pronto el CEPODHAC dio probada muestra de su seriedad y profesionalismo en la defensa y promoción de los derechos humanos, tanto al iniciar numerosos procesos de capacitación ciudadana en el tema, así como encabezar denuncias públicas respecto de numerosas violaciones a los derechos humanos. La ciudadanía potosina comenzó a valorar la labor del CEPODHAC y a acudir a él, a pesar del constante asedio gubernamental empeñado en su estrategia de desprestigio apoyada por sus incondicionales columnistas y voceros oficialistas. De hecho, fue el asedio gubernamental el que certificó ante los potosinos la labor independiente y decidida del CEPODHAC.
Desde sus inicios, el CEPODHAC se vinculó al movimiento nacional de ONG´s por los derechos humanos, y participó activamente en la creación de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, "Todos los derechos para todos" (mayo de 1991), el más importante espacio de encuentro y coordinación nacional de ONG´s que hoy día agrupa a 52 agrupaciones en 17 estados de la república.
Para 1993 el CEPODHAC era ya una asociación ampliamente reconocida por su trayectoria de defensa y promoción de los derechos humanos, tanto en la entidad como en el país, y su trabajo se consolidaba mediante la implementación de numerosos proyectos y actividades: elaboración de informes anuales sobre la situación de los derechos humanos; realización de Jornadas Estatales por los Derechos Humanos; campañas contra las arbitrariedades policiacas; campañas de información y difusión de los derechos humanos; eventos culturales de difusión; denuncias de violaciones a los derechos humanos; proyectos radiofónicos de difusión y capacitación destinados a los grupos étnicos del estado; proyectos de defensa ambiental en la región de Alaquines; participación en procesos de observación electoral; y muchos más.
El quinto aniversario de su fundación, el año de 1995, marcó un momento decisivo en el desarrollo de la ONG, ya que a su interior se vieron enfrentadas distintas apreciaciones respecto de las estrategias de trabajo y acción que la asociación debía implementar. Finalmente, al interior de la estructura organizativa de la asociación se impusieron una serie de políticas de trabajo que condujeron a una escisión y, en el corto y mediano plazo al progresivo decaimiento, más o menos generalizado, de las actividades de la asociación. En perspectiva, el saldo de tal situación significó el punto de inflexión del CEPODHAC que le condujo a un largo proceso de involución en materia organizativa, patrimonial y del alcance de su impacto social en la comunidad a través de los distintos proyectos que con anterioridad realizaba. Tal dinámica regresiva se continuo profundizando por sucesivos eventos internos.
Para 1996 era notorio que el CEPODHAC había declinado en su capacidad operativa, así como en su impacto social y la labor de interlocución ciudadana que en materia de protección y promoción de los derechos humanos había realizado anteriormente.
El contexto local también había cambiado; por un lado la estrategia gubernamental de crear una cortina de humo sobre el tema mediante la creación, en abril de 1994, de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), marcada desde su inicio por la inoperancia, la indolencia y el perfil anodino y subordinado al Ejecutivo de quienes han sido sus titulares. Por otro lado, era también notorio que para entonces la sociedad civil potosina atravesaba un reflujo generalizado de la gran actividad desplegada a inicios de la década manifestado en: la escisión del navismo; el ascenso del PAN; la consolidación de un grupo hegemónico priísta local; y la profundización de la fragmentación al interior del PRD. Tal contexto ofrecía condiciones poco idóneas para reimpulsar el esfuerzo ciudadano del CEPODHAC.
Infructuosos proyectos de reestructuración del CEPODHAC se sucedieron del 97 al 2000. Algunos de quienes participaron en el último de ellos, ahora se agrupan en el esfuerzo ciudadano de Respuesta Alternativa A.C., uno de los organizadores del ciclo de conferencias que hoy se lleva a efecto en las instalaciones del Colegio de San Luis.
Corresponde a quienes formamos parte de ese esfuerzo civil analizar las causas internas de los sucedido, pero en materia de la creación de una cultura de los derechos humanos, es claro que el CEPODHAC encabezó una etapa de suma y decisiva importancia al respecto. Fue el CEPODHAC quien documentó fehacientemente el patrón sistemático de violación a los derechos humanos, con el cual operan las instituciones procuradoras y administradoras de justicia del Estado. Fue también quien encabezó los proyectos más sistemáticos de capacitación y difusión del tema en la entidad, de tal forma que gracias a su labor, la cuestión de los derechos humanos obtuvo en la discusión local un lugar propio y específico, adquiriendo así su carta de ciudadanía. Mediante la elaboración de proyectos específicos de promoción, capacitación y difusión para distintos sectores sociales, particularmente niños y grupos étnicos, mediante estrategias diversas, tales como proyectos radiofónicos, eventos culturales y académicos, y en ámbitos tan variados como: garantías individuales, derechos políticos, defensa del medio ambiente, derechos sociales y culturales, el CEPODHAC colaboró a la creación de una cultura integral de los derechos humanos, siempre desde la tribuna de la sociedad civil y con una clara independencia y abierta crítica hacia el poder.
(Artículo publicado en La Jornada San Luis)