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El uso privado del poder en el congreso local

Se conoce como "patrimonialismo" a la forma de ejercer el poder público en beneficio de intereses y negocios particulares, tal y como si éste fuera propiedad o patrimonio personal de quien lo ejerce y no, como en principio debiera ser, una facultad otorgada por la ciudadanía para ejercerlo en favor de los intereses colectivos.

El patrimonialismo, junto con otros elementos, ha sido una de las características típicas del sistema político mexicano. Y aún hoy que dicho sistema evidencia su crisis, continua permeando el ejercicio del poder, no solo en los terrenos "oficialistas" sino incluso en los integrantes de los llamados partidos opositores, tal como ha quedado evidenciado en el manejo que el congreso local dio al asunto del nombramiento de la titular de la CEDH.

Bajo tal esquema patrimonialista del poder, los recursos tanto políticos como económicos que quedan a disposición de quien lo ejerce, se manejan con un sentido de usufructo en beneficio personal, así como para la camarilla de incondicionales que le rodean, sin importar que el origen de tales facultades políticas de poder, y los recursos económicos que las sustentan tienen un origen netamente social, a cargo de nosotros los ciudadanos. De forma tal que el poder y el dinero ciudadano se revierte en contra de los mismos.

Así, con recursos del Estado que se cubren con mi dinero, el diputado "opositor" Ismael Trujillo convocó a conferencia de prensa para aplicarme todo tipo de adjetivos que rayan en el insulto, así como mentir, todo para justificar su cuestionada labor en el asunto de la CEDH.

Lo hizo utilizando la infraestructura del Congreso: teléfonos, espacios y su propio tiempo pagado por mis impuestos, así como el de sus asistentes, todo para responder a las críticas que en mi carácter de simple ciudadano realice, eso sí, con mis propios recursos y el apoyo que en función de su labor informativa realizan los medios de comunicación, así como a las facultades de libre expresión y opinión que me confiere la Constitución.

No para allí el asunto del uso patrimonialista del poder, tal como lo evidencia el hecho de que personas cercanas a él jugaron un importante papel en su cuestionada labor, tanto para sacar adelante la propuesta oficial mediante la firma de Sergio Serrano, así como en algunos de los nombramientos de consejeros de la CEDH, como el de Elia Hernández, quien entre muchas otras cosas que seguramente es y hace, es también esposa, cónyuge, pareja y/o compañera del primero.

Pero, asómbrese lector, tampoco para aquí el asunto, ya que en la edición de la Jornada de San Luis del 29 de Marzo, en la sección de El gran tunal nos venimos también a enterar que, casualmente, como ahí se califica, el líder municipal del PRD promovido por el mencionado congresista es hermano de Elia Hernández. Y que tal promoción político-familiar se inscribe en una estrategia de lucha intestina dentro de dicho partido.

De hecho, y tal como pude apreciarlo en visitas que hice al diputado en las instalaciones del congreso, las oficinas que le han sido asignadas con nuestros recursos, sirven también como centro de operación de su grupo partidista.

Algunas de las mentiras que vierte sobre mi, apoyado con recursos que yo pago, las respondí en carta enviada a La Jornada de San Luis y aparecida en la edición del pasado día 28 para responder a la señora Elia Hernández quien, por mera casualidad quizá, también me las dirige.

En la mencionada conferencia de prensa que ofreció "por única vez" para responderme, aplicarme adjetivos que rayan en el insulto y mentir, apoyado con mis recursos que lo pagan, afirmó no haber asistido a sustentar la ponencia que ahora reconoce ajena. Sin embargo en la edición del periódico Pulso del pasado 19 de marzo, aparece una nota que dice: "La Comisión de Derechos Humanos de la LVI Legislatura participó en la Primera Reunión Nacional de Derechos Humanos que llevó a cabo el Congreso de la Unión.... El presidente de la Comisión, Ismael Trujillo Martínez, participó con la ponencia «Los Derechos Humanos en Tratados Internacionales»", se deduce entonces que mintió consciente y voluntariamente al declarar tal cosa a la prensa, o al enviar el comunicado de prensa en que lo informa. Más adelante la nota afirma: "Trujillo Martínez propone en su ponencia", pero ahora nos enteramos de su propia voz que no es suya.

Su propensión al recurso de la mentira, hacia donde señalan los hechos que menciono, apunta directo al fondo del problema sobre lo sucedido con el nombramiento de la titular de la CEDH: el problema de la legitimidad, y no otros como interesadamente quiso desviar el tema en la mencionada conferencia de prensa a la que convocó con nuestros recursos, incluyendo los míos por supuesto.

Patrimonialismo y mentiras, apoyadas en recursos ciudadanos para atacar ciudadanos, ¡vaya labor legislativa que nos espera!

(Artículo publicado en La Jornada San Luis)


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